Si se trata de conjugar aportes interdisciplinarios -extra jurídicos y jurídicos- que aparentan no converger, la prueba pericial es un instituto que exige una labor casi oulipiana. Los expertos, la información y datos que ellos proporcionan para conformar o construir decisiones jurisdiccionales que permiten resolver jurídicamente conflictos o eliminar insatisfacciones de muy diverso tipo, confluyen en los juzgados. El lenguaje, los conceptos, las técnicas, la metodología, las fuentes que utilizan los peritos, que provienen de la ciencia formal, las ciencias sociales, la técnica o el arte, se incorporan -si superan ciertos controles- con cierta precipitación (y para algunos deferencia) al proceso jurisdiccional. Allí, los sujetos del proceso, normalmente ajenos a todo o casi todo lo que proviene de la epistemología o de aquellos expertos, se ven sacudidos por tener que argumentar y elaborar razonamientos probatorios a partir de información ajena a lo jurídico. Aquí no referiré a un...
Ignacio M. Soba Bracesco [Blog de autor - desde octubre de 2007]